Sin los deseos oscurecemos, porque desear es parte de nuestra esencia. Tenemos la enorme oportunidad de vivir éstos tiempos de cambios con nuevos enfoques y descubrimientos, entonces por qué no aprovecharlos de verdad?. Llegó el momento de crecer en armonía entre la razón, la emoción y los sentimientos que pautan nuestras conductas, porque los verdaderos deseos y anhelos nacen del corazón.
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