Noches de gotas saladas
Me he dado cuenta que son más las
lagrimas que corren en tus mejillas, que las que caen del cielo, he
olvidado reír, he abandonado la idea de "si yo expando mis labios de
este a oeste tú juntarás de frente los tuyos y tu norte se convertirá también
en el mío". He olvidado tantas cosas como has ignorado demás que hay
verdades entre tus dudas y mi lucha.
Les
cuento, ahora chichi me está preparando para trabajar en el negocio de la
familia, se trata de autos, es un lugar pequeño y a pesar de esto, no tiene
aspecto rudo o sucio, todo está ordenado, allí vamos todas las tardes, a ella
le da un poco de pereza pero esto es
hasta que yo esté lista, luego estaré sólo con su madre, se que es un
tanto extraño pero si, eso implica cuidar mucho las conversas y las
imprudencias, pues chichi no estará para salvarme cuando se me salga, “a si,
chichi compra puras panty de muñequitos”.
Estos días han sido muy gratos, a pesar que durante el horario nos
enfocamos, ella en enseñarme y yo en aprender, es difícil mantener el trato
serio pero lo logramos hasta que acaban los conocimientos por ese tiempo. Algunas
veces hablamos como siempre pero sin poder evitarlo, en otras, surgen
sensibilidades pero conseguimos controlarlas y mantenernos de nuevo.
Estos días, me ha regalado uno de los besos más reponedores que se
sienten en momentos complicados, y una que otras pensamos en las
circunstancias. En estos días, luego del entrenamiento, nos distrajimos con jugos
de mesa como es de costumbre con su familia, y luego en la noche nos acostamos
en su cuarto, sólo ella y yo, pero no quería echar todo a perder, estaba por
entrar en mis días y es cuando más comenzamos a estas susceptibles las mujeres
en todos los sentidos, obviamente se necesita más atención, más amor, más comprensión,
consideración, más de todo y por mucho que no quisiera, me ha costado no
sentirme necesitada, sin embargo, he dado todo de mi para permanecer en calma y
tranquila, para no exigir ni pedir, pues sé que ella es mujer como yo, y que en
sus sentimientos también existen muchas necesidades y ahora es cuando más
necesita de mí, es contradictorio pero en momentos así prefiero distanciarme
porque sé que mi estado hormonal me hará incomodarle incluso con mis gestos de
afecto y no pretendo alejarla, en estos momentos quiero ser su apoyo
incondicional y aunque algunas veces no sepa cómo actuar, prefiero dejarme
llevar por lo que ella requiere y no por lo que a mí me haga falta.
Como he pensado en los arduos momentos que hemos vivido, quiero comenzar
a proponerme a hacerla reír, en obviar aquellas cosas que sé, pasarán porque
ella lo necesita. A veces solicitamos escapar, volar y abandonar el nido y lo
hacemos de la peor manera, porque es lo que pide nuestro cuerpo, nuestras
heridas, he injusticas de la vida, nos alejamos de nuestro propio mundo, nos
renovamos y finalmente evolucionamos.
Yo
sé y acepté que este proceso fuera mucho más lento, porque no quería que pasara
lejos de mí, decidir estar allí y sólo ser aunque sea un poquito inteligente y
armarme de paciencia, asimilar su proceso y superar sus desajustes hasta que
recuerde la dicha otra vez, los millones de momentos alegres, los momentos que
fuimos aleadas y nos prometimos estar siempre juntas, tal como dos amigas en un
mundo perfecto, y ahora poder estar así, inseparables pero en un mundo real.
Como
comenté en el texto anterior, tuve una idea distinta y grandiosa, pues no tenía
mucho presupuesto para regalar lo que todos daban en un día de los enamorados,
un gran ramo de rosas, y así nació la inventiva como dice “Albert Einstein”:
La crisis es la mejor bendición
que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la
angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la
inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera
a sí mismo sin quedar superado.
Quien atribuye a la crisis sus
fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas
que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis
de la incompetencia.
El inconveniente de las personas
y los países es la pereza para encontrar las salidas y las soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin
desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo
mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y
callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única
crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Así
que, me metí de lleno y poco a poco reuní materiales para manualidades y
aprendiendo como hacer rosas y flores, armé mi propio ramo de papel, y así,
también surgieron mejores cosas para agregarle, ayuda de mi madre que era parte
del regalo. Cada día que pasaba, cortaba y armaba pétalos, hojas, y pintaba
únicamente en color rojo y rosa durante las madrugadas pensando en todo con
ella.
No sabía lo que pasaría, si podría dárselo o no, pero seguí adelante sin
detenerme a ver los contras, me deje llevar por todas aquellas cosas que sentía
y finalmente lo terminé, le invite a donde yo vivo y lo guarde cuidadosamente
en una bolsa oscura y se lo entregué, ella se asomó para ver lo que había dentro,
“que lindo, no me esperaba algo así” fue lo primero que dijo y no podía ocultar
su emoción hasta que no pudo disimular más y se fue a su casa para poder
apreciarlo todo fuera de la bolsa.
Esos días la vi tan feliz que me sentía un
tanto extraña, la verdad me costó concentrarme y tampoco quise indagar a
profundidad lo que había ganado con ese gesto, sólo disfruté ver su alegría y
sus emociones en el silencio de aquella gratitud que sentía por ese ratico
feliz que le estaba dando.
"Ahora sólo sé
que debo seguir esforzándome un poco más por las dos, siempre un poco más".